La posición legal de los trabajadores a tiempo parcial en la ley laboral japonesa y las obligaciones de las empresas

En los últimos años, el sistema de derecho laboral de Japón está atravesando un período de transformación significativa. Especialmente, la regulación del trato a los trabajadores a tiempo parcial se ha convertido en uno de los desafíos legales más importantes en la gestión empresarial. Anteriormente, la denominación del tipo de empleo podía justificar diferencias en el trato, pero la ley actual no admite tales distinciones formales. El sistema legal vigente exige a las empresas evaluar la equidad en el trato basándose no en la denominación de los trabajadores, sino en la realidad de sus funciones. En el centro de este cambio se encuentra la “Ley de Mejora de la Gestión del Empleo de Trabajadores a Tiempo Parcial y de Duración Determinada”, conocida comúnmente como la “Ley de Trabajo a Tiempo Parcial y de Duración Determinada”. Esta ley establece como principio fundamental la prohibición de diferencias de trato injustificadas entre los trabajadores a tiempo parcial y aquellos empleados que las empresas consideran “trabajadores regulares”. Las empresas tienen la responsabilidad de explicar cualquier diferencia en el trato con razones objetivas y racionales. Este requerimiento legal no debe verse solo como un desafío de cumplimiento, sino como una demanda estratégica para asegurar la coherencia lógica y la transparencia en todo el sistema de recursos humanos, y para lograr una gobernanza corporativa sostenible. En este artículo, primero explicaremos los principios básicos del trato que establece esta ley y, a continuación, analizaremos un importante precedente del Tribunal Supremo de Japón que ha formado los criterios específicos de juicio. Finalmente, detallaremos las obligaciones concretas que la ley impone a las empresas y las medidas prácticas de respuesta.
Principios básicos de trato: Trato equilibrado y trato igualitario bajo la ley japonesa
La Ley de Trabajo a Tiempo Parcial y de Empleo Temporal de Japón establece dos principios importantes en relación con el trato de los trabajadores a tiempo parcial. Estos son el “trato equilibrado” y el “trato igualitario”. Estos principios constituyen la base legal para que las empresas construyan y operen sus sistemas de personal.
El primer principio es el trato equilibrado, que está estipulado en el artículo 8 de la mencionada ley y significa “prohibición de trato irrazonable”. Este principio se aplica cuando existe alguna diferencia entre los trabajadores a tiempo parcial y los trabajadores regulares en términos de contenido del trabajo, entre otros aspectos. La ley no prohíbe en sí misma establecer diferencias en el trato, pero sí establece que estas diferencias no deben ser irracionales. Para determinar la irracionalidad, se consideran principalmente tres elementos: primero, “el contenido del trabajo”, es decir, el contenido del trabajo y el grado de responsabilidad que conlleva. Segundo, “el alcance de los cambios en el contenido del trabajo y la asignación”, que se refiere a la posibilidad y el alcance de los traslados o cambios de departamento y promociones. Tercero, “otras circunstancias”, que incluyen prácticas laborales razonables. Las empresas deben comparar estos elementos de manera integral y ser capaces de explicar lógicamente que las diferencias en el trato son equilibradas y corresponden a estas diferencias sustanciales.
El segundo principio es el trato igualitario, que está definido en el artículo 9 de la misma ley y significa “prohibición de trato discriminatorio”. Este principio más estricto se aplica en situaciones limitadas, específicamente cuando el “contenido del trabajo” y “el alcance de los cambios en el contenido del trabajo y la asignación” de los trabajadores a tiempo parcial son idénticos a los de los trabajadores regulares con los que se comparan. Cuando estos elementos coinciden completamente, se prohíbe a las empresas tratar de manera discriminatoria a los trabajadores a tiempo parcial en cuanto a salario base, bonificaciones y cualquier otro trato, simplemente por ser trabajadores a tiempo parcial. En otras palabras, el trato de ambos debe ser, en principio, idéntico.
Por lo tanto, lo primero que debe hacer una empresa es analizar con precisión la realidad del trabajo de los trabajadores a tiempo parcial que emplea y determinar si los dos elementos mencionados son idénticos o no a los de los trabajadores regulares con los que se comparan. Esta evaluación inicial es un paso extremadamente importante que determinará la dirección de la estrategia de personal y la gestión del riesgo legal posterior. La creación y el mantenimiento de descripciones precisas de los puestos de trabajo no son solo una práctica de gestión de personal, sino que tienen un fuerte significado como medida de defensa legal.
Criterio de comparación | Trato equilibrado (Artículo 8 de la ley) | Trato igualitario (Artículo 9 de la ley) |
Contenido de la norma | Prohibición de diferencias de trato irrazonables | Prohibición de trato discriminatorio |
Condiciones de aplicación | Cuando existen diferencias en el contenido del trabajo, etc., entre trabajadores a tiempo parcial y regulares | Cuando los siguientes dos puntos son idénticos entre trabajadores a tiempo parcial y regulares: 1. Contenido del trabajo 2. Alcance de los cambios en el contenido del trabajo y la asignación |
Obligaciones de la empresa | Considerar el contenido del trabajo, el alcance de los cambios en la asignación y otras circunstancias para evitar diferencias de trato irrazonables | No realizar trato discriminatorio en cualquier trato debido a ser trabajador a tiempo parcial |
Criterios de “Irracionalidad” según Importantes Precedentes del Tribunal Supremo de Japón
¿Qué se entiende específicamente por “diferencias de trato irrazonables” prohibidas por la Ley de Empleo a Tiempo Parcial y Temporal de Japón? Los criterios para esta determinación se han concretado a través de una serie de fallos recientes del Tribunal Supremo de Japón. El tribunal ha adoptado un enfoque consistente al analizar el “propósito” de cada sistema de beneficios y compensaciones, es decir, el objetivo de su provisión, y en base a este propósito, determina si la diferencia de trato es razonable o no. Este “enfoque basado en el propósito” es una guía esencial para que las empresas revisen sus sistemas de personal y evalúen los riesgos legales.
En cuanto a las diversas asignaciones, los fallos del caso Hamakyorex de 2018 y del caso Nagasawa Unyu de 2018 se han convertido en precedentes importantes. En estos casos, el Tribunal Supremo examinó individualmente el propósito de cada asignación. Por ejemplo, se determinó que era irrazonable no otorgar a los trabajadores a tiempo parcial asignaciones como la de transporte (propósito: compensar los costos de desplazamiento), la de comida (propósito: asistencia alimentaria durante el trabajo) y la de asistencia perfecta (propósito: incentivar la no ausencia), ya que el propósito de estas asignaciones no cambia entre los trabajadores regulares y los trabajadores a tiempo parcial. Por otro lado, en el caso de la asignación de vivienda, que tiene el propósito de ayudar con los gastos de vida de los empleados que podrían enfrentar traslados de residencia debido a reubicaciones laborales, se consideró razonable no otorgarla a los empleados contratados que no tienen previstos traslados.
En cuanto a elementos de compensación monetariamente significativos como los bonos y las pensiones de jubilación, los fallos del caso de la Universidad de Ciencias Médicas y Farmacéuticas de Osaka de 2020 y del caso Metro Commerce de 2020 han llamado la atención. El Tribunal Supremo determinó que, bajo ciertas circunstancias específicas de estos casos, no era inmediatamente irrazonable no otorgar bonos o pensiones de jubilación a los trabajadores a tiempo parcial. Como razón, se señaló que estos beneficios no solo representan un pago diferido de salarios, sino que también tienen propósitos complejos como recompensar la contribución a largo plazo a la empresa y asegurar y retener a los empleados clave que se espera que prosperen en el futuro. Además, se reconoció que los trabajadores a tiempo parcial en cuestión no estaban en una posición en la que se esperara de ellos una contribución a largo plazo, dada la naturaleza de sus tareas y el alcance de sus posibles reubicaciones. Estos fallos no aceptan de manera general la no provisión de bonos o pensiones de jubilación, sino que cuestionan si existe coherencia entre el propósito de la provisión y la realidad laboral del trabajador.
En cuanto a las vacaciones y otros beneficios, una serie de fallos relacionados con el caso de Japan Post de 2020 han proporcionado decisiones importantes. El Tribunal Supremo determinó que era irrazonable no otorgar a los trabajadores a tiempo parcial beneficios como vacaciones de verano e invierno, licencia por enfermedad pagada, bonificaciones por trabajar durante el fin de año y asignaciones familiares. Se consideró que el propósito de estos beneficios, como el descanso físico y mental (vacaciones), la seguridad de vida durante la convalecencia (licencia por enfermedad) y la compensación por trabajar en períodos de alta demanda (bonificaciones), son aplicables por igual a todos los trabajadores que desempeñan sus labores diarias, independientemente de su trayectoria profesional a largo plazo.
Lo que estas series de fallos demuestran es que, al establecer diferencias de trato, las empresas deben definir claramente el propósito de cada sistema y explicar, basándose en hechos objetivos como el contenido del trabajo, la responsabilidad y el alcance de las reubicaciones, por qué ese propósito se aplica solo a ciertos grupos de trabajadores y no a otros. Esta coherencia lógica es la clave para fundamentar la “racionalidad” de las diferencias de trato.
Las principales obligaciones de los empleadores y su aplicación práctica bajo la ley japonesa
La Ley de Trabajo a Tiempo Parcial y de Empleo por Tiempo Determinado de Japón establece la prohibición de tratos desiguales e irracionales, además de imponer a las empresas obligaciones específicas de acción. Cumplir con estas obligaciones es esencial para prevenir disputas legales y construir relaciones laborales saludables.
Una de las obligaciones más importantes es el “deber de explicación”, establecido en el Artículo 14 de la Ley de Trabajo a Tiempo Parcial y de Empleo por Tiempo Determinado de Japón. Este deber tiene dos aspectos. En primer lugar, cuando una empresa contrata a trabajadores a tiempo parcial, debe explicar de manera pronta las medidas de mejora en la gestión del empleo que ha implementado, como el sistema de salarios, la formación, las instalaciones de bienestar y las medidas para la conversión a empleados regulares. En segundo lugar, si un trabajador a tiempo parcial solicita una explicación sobre las diferencias entre su trato y el de los trabajadores regulares, la empresa tiene la obligación de responder y explicar de manera objetiva y concreta. Por ejemplo, una explicación abstracta como “porque es un trabajador a tiempo parcial” no cumple con la obligación; es necesario detallar diferencias específicas en las responsabilidades o en el contenido del trabajo. La ley prohíbe estrictamente tomar medidas desfavorables, como el despido, contra un trabajador por haber solicitado tal explicación, según el párrafo 3 del Artículo 14. Este deber de explicación funciona como un mecanismo de ejecución legal sustancial que insta a las empresas a revisar constantemente la lógica detrás de sus sistemas de personal.
A continuación, el Artículo 13 de la misma ley obliga a las empresas a tomar medidas para promover la “conversión a trabajadores regulares”. Las empresas deben implementar al menos una de las siguientes tres opciones:
- Informar a los trabajadores a tiempo parcial sobre las vacantes para trabajadores regulares mediante anuncios en el lugar de trabajo o correos electrónicos, entre otros métodos.
- Ofrecer a los trabajadores a tiempo parcial la oportunidad de postularse cuando se crean nuevos puestos para trabajadores regulares, a través de convocatorias internas, por ejemplo.
- Establecer sistemas de exámenes u otros métodos para que los trabajadores a tiempo parcial puedan convertirse en trabajadores regulares. Esta disposición obliga a proporcionar oportunidades de conversión a los trabajadores a tiempo parcial, pero no garantiza la conversión en sí.
Además de estas obligaciones principales, las empresas también tienen el deber de proporcionar a los trabajadores a tiempo parcial la formación necesaria para adquirir las habilidades requeridas para desempeñar sus tareas (Artículo 11) y de ofrecerles la oportunidad de utilizar instalaciones de bienestar como comedores, salas de descanso y vestuarios (Artículo 12). Considerar estas obligaciones en conjunto y organizar sistemáticamente la gestión del empleo de los trabajadores a tiempo parcial contribuirá al cumplimiento de la ley y al aumento del valor corporativo.
Resumen
La legislación laboral japonesa, en particular la regulación relativa a los trabajadores a tiempo parcial, envía un mensaje claro a las empresas: se debe proporcionar un trato justo basado en la realidad de las funciones desempeñadas, no en la denominación del tipo de empleo. Para cumplir con la Ley de Empleo a Tiempo Parcial y Temporal de Japón, es esencial que las empresas definan claramente el “propósito” de cada elemento de sus sistemas de personal y salarios, y que puedan explicar lógicamente que cualquier diferencia en el trato entre trabajadores regulares y a tiempo parcial se basa en diferencias objetivas como el contenido del trabajo, el alcance de la responsabilidad y la posibilidad de reubicación. La jurisprudencia de la Corte Suprema de Japón muestra una actitud rigurosa en cuanto a la coherencia entre este “propósito” y la realidad, y las empresas deben revisar constantemente sus sistemas desde una perspectiva de prevención legal, tomando esto como una guía.
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