La retirada de los socios de una Sociedad de Responsabilidad Limitada y el reembolso de su participación en el derecho societario japonés

La Godo Kaisha (合同会社), debido a la simplicidad de sus procedimientos de establecimiento y la amplia autonomía de sus estatutos, es una forma empresarial muy popular para desarrollar negocios en Japón. Especialmente, es una opción frecuentemente utilizada por empresas extranjeras al establecer una entidad legal japonesa, junto con la sociedad anónima. Sin embargo, su estructura altamente flexible plantea puntos legales únicos en cuanto a la adhesión y retirada de los socios (equivalentes a los accionistas en una sociedad anónima). La retirada de un socio es un evento crítico que afecta directamente la continuidad de la empresa, las relaciones con otros socios y la distribución del valor patrimonial. Por lo tanto, es esencial que los gerentes y personal legal de una Godo Kaisha comprendan con precisión las disposiciones de la Ley de Compañías de Japón relacionadas con la retirada de socios.
En este artículo, explicaremos de manera exhaustiva y detallada el sistema de ‘retirada’ de un socio de una Godo Kaisha bajo la Ley de Compañías de Japón. La retirada de un socio se clasifica principalmente en ‘retirada voluntaria’, basada en la voluntad del propio socio, y ‘retirada legal’, que ocurre debido a ciertas circunstancias establecidas por la ley. Estos sistemas están diseñados para equilibrar la libertad de los socios para recuperar su capital invertido con la continuidad de la empresa y la protección de los intereses de los acreedores. En este artículo, desglosaremos los requisitos y procedimientos de cada sistema de retirada basándonos en artículos concretos, y también profundizaremos en el cálculo y procedimientos legales del ‘reembolso de la participación’, que es el derecho más importante que surge con la retirada. Incorporando ejemplos de casos judiciales en Japón, revelaremos los aspectos prácticos de este complejo sistema legal.
Retiro Voluntario de Empleados Basado en su Propia Voluntad Bajo la Ley Japonesa
El retiro voluntario es un sistema por el cual un empleado se separa de una sociedad de responsabilidad limitada por su propia decisión, y sus reglas básicas están establecidas en el Artículo 606 de la Ley de Compañías de Japón (日本の会社法第606条). Este es un estatuto importante que permite a los empleados la libertad de separarse de la compañía, basándose en la relación de confianza personal entre los miembros de una sociedad de responsabilidad limitada.
El Artículo 606, Párrafo 1 de la Ley de Compañías de Japón establece la regla principal. Si los estatutos no especifican un período de duración para la compañía, o si se establece que la compañía continuará durante la vida de un empleado en particular, entonces cada empleado puede retirarse al final del año fiscal. Sin embargo, para ejercer este derecho, el empleado que desea retirarse debe notificar a la compañía con seis meses de anticipación. Este período de preaviso de seis meses tiene como objetivo evitar la confusión en la gestión de la compañía debido a la retirada inesperada de un empleado, proporcionando un margen de tiempo para tomar las medidas necesarias, como la selección de un sucesor o la preparación de fondos para el reembolso de las participaciones.
No obstante, la sociedad de responsabilidad limitada es una forma organizativa que permite una amplia autonomía en sus estatutos. El Artículo 606, Párrafo 2 de la Ley de Compañías de Japón aplica este principio también a las reglas de retiro voluntario, permitiendo que la compañía establezca disposiciones especiales en sus estatutos. Por ejemplo, los estatutos pueden estipular que “los empleados pueden retirarse al final del año fiscal notificando a la compañía con tres meses de anticipación”, lo que permite establecer un período de preaviso más corto que el principio legal. De esta manera, diseñando estratégicamente los estatutos, se pueden construir reglas de retiro flexibles que se adapten a las circunstancias reales de cada compañía.
Además, la Ley de Compañías de Japón proporciona medidas de alivio para los empleados que se encuentran en situaciones imprevistas. El Artículo 606, Párrafo 3 de la Ley de Compañías de Japón estipula que, “en caso de circunstancias inevitables”, un empleado puede retirarse en cualquier momento, independientemente de lo que establezcan los estatutos o el período de preaviso. La frase “sin perjuicio de las disposiciones de los dos párrafos anteriores” en este artículo indica que este derecho es una disposición imperativa que no puede ser limitada por los estatutos. Esto funciona como una red de seguridad para evitar que los empleados queden vinculados permanentemente a la gestión de la compañía. Ejemplos concretos de “circunstancias inevitables” incluyen casos en los que un empleado se enferma y requiere un tratamiento médico a largo plazo o cuando se muda a un lugar remoto que hace que la ejecución de las tareas de la compañía sea difícil. Esta disposición establece un equilibrio legal entre las restricciones impuestas por los estatutos para asegurar la estabilidad de la compañía y las graves circunstancias personales de los empleados individuales.
Retiro Obligatorio por Disposición Legal bajo la Ley de Sociedades de Japón
El retiro obligatorio por disposición legal es un sistema en el que un socio se retira automáticamente de una compañía en Japón, independientemente de su voluntad personal, cuando ocurren ciertas circunstancias específicas enumeradas en el Artículo 607, Párrafo 1 de la Ley de Sociedades Japonesa . Este sistema tiene como objetivo reorganizar la estructura de la compañía y asegurar una gestión estable cuando se producen cambios significativos en la posición de un socio o cuando se pierde la base de confianza entre los socios.
Las causas de retiro obligatorio establecidas en el Artículo 607, Párrafo 1 de la Ley de Sociedades de Japón son diversas. Las principales causas incluyen:
- La ocurrencia de circunstancias estipuladas en los estatutos
- El consentimiento de todos los socios
- La muerte del socio
- La extinción de un socio que es una entidad legal debido a una fusión
- La decisión de iniciar procedimientos de quiebra por parte del socio
- La disolución de un socio que es una entidad legal
- El inicio de tutela sobre el socio
- La expulsión
Estas causas se aplican dependiendo de si el socio es una persona física o una entidad legal. Por ejemplo, la “muerte” se aplica a los socios individuales, mientras que la “extinción por fusión” o la “disolución” se aplican a los socios que son entidades legales.
Aquí también juega un papel importante el principio de autonomía de los estatutos en las sociedades de responsabilidad limitada de Japón. El Artículo 607, Párrafo 2 de la Ley de Sociedades permite que una compañía excluya la aplicación de algunas de las causas de retiro obligatorio mediante la definición en sus estatutos . Específicamente, se puede estipular en los estatutos que un socio no se retirará a pesar de la ocurrencia de “decisión de iniciar procedimientos de quiebra”, “disolución” o “inicio de tutela” . Esta disposición es estratégicamente importante, especialmente cuando las sociedades de responsabilidad limitada se utilizan como empresas conjuntas entre entidades legales. Por ejemplo, se puede diseñar de tal manera que, incluso si una empresa socia enfrenta dificultades financieras (quiebra) o reorganización (disolución), esto no signifique automáticamente su retiro de la empresa conjunta, lo que permite aumentar la continuidad del negocio. De esta manera, los estatutos no son solo un documento formal, sino que pueden ser una herramienta estratégica para gestionar riesgos futuros.
Además, de manera separada, el Artículo 609 de la Ley de Sociedades de Japón otorga a los acreedores que han embargado la participación de un socio el derecho de hacer que ese socio se retire al final del año fiscal . Este es un sistema especial de retiro establecido como un medio para que los acreedores recuperen su capital invertido.
La expulsión de un empleado por voluntad de otros empleados: La exclusión bajo la ley japonesa
Entre las causas legales de terminación de empleo, una de las más graves y conflictivas es la “exclusión”. Este mecanismo permite expulsar a un empleado de la empresa de manera forzosa por voluntad de otros empleados, en caso de que dicho empleado haya cometido una falta grave. Dado que se trata de una medida extremadamente poderosa que priva al empleado de su posición en contra de su voluntad, la ley de compañías japonesa establece procedimientos estrictos y requisitos sustanciales.
El procedimiento de exclusión está regulado por el artículo 859 de la ley de compañías de Japón. Para llevar a cabo una exclusión, primero se requiere una resolución por la mayoría de los empleados, excluyendo al empleado en cuestión. Además, la empresa debe actuar como demandante y presentar una demanda ante el tribunal para solicitar la exclusión del empleado. No es posible realizar la exclusión solo con el acuerdo entre los empleados; es imprescindible buscar el juicio del poder judicial.
Dicho artículo establece las bases legales (causas de exclusión) que pueden justificar la exclusión, como las siguientes:
- No cumplir con la obligación de aportación de capital
- Violar la obligación de no competencia
- Cometer actos deshonestos en la ejecución de las operaciones de la empresa
- No cumplir con otras obligaciones importantes
Sin embargo, los tribunales japoneses no admiten fácilmente la exclusión solo porque se haya cometido un acto que formalmente corresponda a estas causas. La jurisprudencia sostiene que, para justificar la exclusión, es necesario que los actos del empleado en cuestión hayan destruido la relación de confianza entre los empleados hasta el punto de ser irrecuperable y que mantener a dicho empleado en la empresa represente un obstáculo significativo para la supervivencia y la continuidad del negocio de la empresa.
Este marco de decisión judicial se ilustra claramente con dos casos contrastantes. Uno es la sentencia del Tribunal de Distrito de Tokio del 29 de noviembre de 2021, en la que se admitió la exclusión. En este caso, el representante de un empleado corporativo había desviado fondos de una sociedad de responsabilidad limitada para su propio beneficio. El tribunal determinó que este acto correspondía al “cometer actos deshonestos en la ejecución de las operaciones” según el artículo 859, inciso 3, de la ley de compañías japonesa. Se consideró que tal acto de traición grave había destruido la relación de confianza con los demás empleados desde la raíz, haciendo imposible la operación normal de la empresa, y por lo tanto, se juzgó justificada la exclusión. En este caso, se reconoció que la exclusión del empleado que cometió el acto deshonesto era necesaria para la supervivencia de la empresa.
El otro caso es la sentencia del Tribunal de Distrito de Tokio del 26 de septiembre de 2019, en la que no se admitió la exclusión. En este incidente, se alegó que un empleado había cometido actos inapropiados como la evasión fiscal. Sin embargo, el tribunal se centró en el hecho de que el empleado era una figura central en el negocio de la empresa y que generaba casi todos los ingresos de la empresa por sí solo. Como resultado, incluso si el empleado había cometido faltas, era evidente que excluirlo haría imposible la continuidad del negocio y la empresa misma no podría sobrevivir. El tribunal concluyó que la exclusión en esta situación no era admisible porque perjudicaría el propósito mismo de la supervivencia de la empresa.
Lo que se deduce de estos casos es que los tribunales japoneses ven la exclusión no como un castigo para el empleado que ha cometido actos problemáticos, sino como un último recurso para mantener la empresa en funcionamiento. El punto central del juicio es si la exclusión del empleado es realmente esencial para la continuidad del negocio desde una perspectiva de gestión y equilibrio de intereses. Por lo tanto, las empresas que consideran la exclusión deben no solo probar la grave violación de obligaciones por parte del empleado en cuestión, sino también presentar un plan concreto que demuestre que la empresa puede continuar su negocio después de la salida del empleado, lo cual es de suma importancia para avanzar favorablemente en el litigio.
Reembolso de la Participación en la Empresa Tras la Dimisión en Japón
Cuando un empleado dimite voluntariamente o por causas legales de una empresa en Japón, tiene el derecho de solicitar el reembolso de su participación en la misma. Este es un derecho patrimonial básico del empleado que dimite, establecido en el artículo 611, párrafo 1, de la Ley de Sociedades de Japón .
El cálculo del monto del reembolso de la participación debe realizarse “de acuerdo con la situación patrimonial de la sociedad en el momento de la dimisión”, según lo estipulado en el artículo 611, párrafo 2, de la Ley de Sociedades de Japón . En la práctica, esto significa calcular el monto de los activos netos de la empresa en el momento de la dimisión y multiplicar esa cantidad por el porcentaje de participación del empleado que dimite. El reembolso puede efectuarse en dinero, independientemente de si la contribución fue en efectivo o en especie (según el mismo artículo, párrafo 3) .
En cuanto a la objetividad y el momento de referencia para la valoración de la participación, existen decisiones judiciales importantes. En un caso de litigio fiscal (sentencia del Tribunal de Distrito de Nagoya), se discutió la valoración del derecho de reembolso de la participación cuando un empleado fallece (una de las causas de dimisión legal). En este caso, el tribunal determinó que el valor del derecho de reembolso debe decidirse objetivamente, basándose en el monto de los activos netos de la empresa en el momento de la dimisión por fallecimiento del empleado. Además, concluyó que un acuerdo posterior entre los empleados restantes y los herederos para establecer el monto del reembolso en cero no afecta el valor objetivo del derecho que se había determinado en el momento de la dimisión . Esta sentencia aclara que el monto del reembolso de la participación debe calcularse en base a hechos objetivos, como la situación patrimonial de la empresa en el momento de la dimisión, y no a través de acuerdos arbitrarios entre las partes.
El reembolso de la participación implica la salida de activos de la empresa, por lo que se han establecido procedimientos estrictos para proteger a los acreedores de la empresa. Si el monto del reembolso excede la cantidad de los fondos sobrantes de la empresa, esta debe seguir un procedimiento de protección de acreedores. Si es necesario reducir el capital social para el reembolso, se requieren los procedimientos del artículo 627 de la Ley de Sociedades de Japón (como anuncios en el Boletín Oficial y notificaciones individuales). Incluso si no se reduce el capital social, pero el monto del reembolso excede los fondos sobrantes, se requiere el procedimiento de objeciones de acreedores según el artículo 635 de la Ley de Sociedades de Japón . Estos procedimientos otorgan a los acreedores la oportunidad de presentar objeciones y obligan a la empresa a realizar pagos o proporcionar garantías si es necesario.
Si se realiza un reembolso indebido en violación de estas regulaciones, el empleado que ejecutó la operación puede ser responsable de indemnizar a la empresa por el monto del reembolso (según el artículo 636 de la Ley de Sociedades de Japón) . Esto demuestra que la disciplina legal se extiende para asegurar que un evento interno, como la dimisión de un empleado, no perjudique los intereses de los acreedores externos de la empresa.
Comparación entre la renuncia voluntaria y la renuncia obligatoria bajo la ley japonesa
Tanto la renuncia voluntaria como la renuncia obligatoria comparten el hecho de que un empleado se separa de la empresa, pero existen diferencias fundamentales en las causas de su ocurrencia y en sus características legales. La renuncia voluntaria es un proceso activo que se inicia con la manifestación voluntaria de la voluntad del empleado, mientras que la renuncia obligatoria es un proceso pasivo que surge debido a la ocurrencia de causas objetivas establecidas por la ley o los estatutos de la empresa. Los estatutos juegan roles diferentes en cada caso: en la renuncia voluntaria, pueden ajustar aspectos procedimentales como el cambio del período de preaviso, y en la renuncia obligatoria, pueden ajustar aspectos sustantivos, como la exclusión de ciertas causas legales como motivos de renuncia. Comprender estas diferencias es esencial para la gestión adecuada de la gobernanza de una sociedad de responsabilidad limitada.
| Característica | Renuncia voluntaria | Renuncia obligatoria |
| Fundamento/Causa de ocurrencia | Voluntad espontánea del empleado | Ocurrencia de causas establecidas por la ley o los estatutos |
| Voluntad del empleado | La voluntad del empleado que renuncia es la causa directa | Se produce independientemente de la voluntad del empleado que renuncia |
| Rol de los estatutos | Posible cambio del período de preaviso, etc. | Posible exclusión de ciertas causas legales como motivos de renuncia |
| Momento | En principio, al final del año fiscal | En el momento en que ocurre la causa |
Relaciones legales tras la renuncia en Japón
La renuncia de un empleado conlleva varios efectos legales más allá del reembolso de su participación.
En primer lugar, cuando un empleado renuncia, cualquier referencia a dicho empleado en los estatutos de la empresa (como nombre y dirección) se considera automáticamente eliminada sin necesidad de una resolución separada para modificar los estatutos. Esto está estipulado en el artículo 610 de la Ley de Compañías Japonesa , y sirve para simplificar los procedimientos.
A continuación, existen disposiciones sobre la responsabilidad del empleado que ha renunciado. Según el artículo 612 de la Ley de Compañías Japonesa, un empleado que ha renunciado sigue siendo responsable de las deudas contraídas por la empresa antes de que su renuncia sea registrada. Esta responsabilidad se extingue después de dos años desde el registro de la renuncia. Esta disposición protege a los acreedores que han realizado transacciones con la empresa.
Finalmente, como el impacto más significativo, se destaca el riesgo de disolución de la empresa. Si la renuncia de un empleado resulta en que no queden miembros en una sociedad de responsabilidad limitada, la empresa se disuelve automáticamente de acuerdo con el artículo 641, inciso 4, de la Ley de Compañías Japonesa. Para quienes deseen la continuidad de la empresa, es esencial evitar una situación en la que no queden empleados.
Resumen
La retirada de un socio de una Sociedad de Responsabilidad Limitada en Japón no se limita a una mera separación de personal, sino que es un proceso legal complejo que afecta a la organización de la empresa, sus activos y su propia continuidad. La Ley de Sociedades de Japón ofrece dos marcos para la retirada de socios: la “retirada voluntaria”, que respeta la voluntad del socio, y la “retirada legal”, basada en causas objetivas, estableciendo reglas detalladas para cada una. En particular, la “exclusión” de otros socios y el “reembolso de la participación” asociado con la retirada están sujetos a estrictos requisitos legales y procedimientos, y se requiere un manejo cuidadoso. Estos sistemas se basan en la intención de la ley de equilibrar múltiples valores, como los derechos de los socios, la continuidad de la empresa y la protección de los intereses de los acreedores. Por lo tanto, la gestión de riesgos más efectiva es anticipar los diversos escenarios que podrían surgir en el futuro y diseñar estratégicamente los estatutos de la empresa en el momento de su establecimiento, adaptándolos a la realidad de la propia empresa.
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