Protección de los derechos de los accionistas minoritarios en la ley de sociedades japonesa y los derechos de los accionistas minoritarios

La Ley de Compañías de Japón (Ley Nº 86 del año 2005, correspondiente a Heisei 17) establece claramente los derechos de los accionistas de las sociedades anónimas, poniendo especial énfasis en la protección de los accionistas minoritarios. Esto proporciona un mecanismo crucial para que los accionistas minoritarios, bajo el principio de mayoría en las asambleas de accionistas, puedan proteger sus intereses de decisiones de gestión injustas o actos ilícitos. En las compañías públicas, los accionistas pueden expresar su descontento vendiendo sus acciones, ejerciendo lo que se conoce como ‘la regla de Wall Street’, pero en compañías privadas o bajo ciertas circunstancias, la venta de acciones no es tan sencilla. En estos casos, los derechos de los accionistas minoritarios establecidos en la Ley de Compañías se convierten en un medio esencial para que los accionistas protejan su inversión y supervisen la gestión saludable de la empresa.
La Ley de Compañías de Japón, promulgada en el año 2005 (Ley Nº 86 de Heisei 17), introdujo nuevas formas de compañías como la sociedad de responsabilidad limitada y reforzó el ‘derecho de salida’ de los accionistas, mejorando así el marco de protección de los accionistas minoritarios. Esto demuestra que los legisladores reconocen la importancia de proteger los intereses de los accionistas no solo a través de mecanismos de mercado, sino también mediante medios legales. En este artículo, explicaremos en detalle los principales derechos de los accionistas minoritarios, como las demandas de cesación, las solicitudes de destitución de directivos y las peticiones de inspección de libros contables, que son de especial importancia para los inversores extranjeros y profesionales de negocios que invierten en empresas japonesas, utilizando legislación y casos judiciales específicos de Japón. Comprender estos derechos es extremadamente importante para captar el entorno de gobernanza corporativa en Japón y elaborar estrategias de inversión.
Panorama General de los Derechos de los Accionistas Minoritarios en la Ley de Sociedades de Japón
Los derechos de los accionistas minoritarios se refieren a aquellos derechos de los accionistas de una sociedad anónima que solo pueden ser ejercidos por aquellos que poseen un número o porcentaje específico de acciones. Estos derechos están otorgados para que los accionistas minoritarios puedan supervisar y monitorear la ejecución de las operaciones de la empresa bajo el principio de mayoría en la junta de accionistas, y así proteger sus intereses de decisiones injustas. El objetivo último es asegurar la transparencia en la gestión, descubrir actos ilícitos o violaciones de la ley por parte de los directores y proteger los intereses de todos los accionistas, promoviendo así el desarrollo sostenible de la empresa.
La Ley de Sociedades de Japón establece diversos derechos de accionistas minoritarios según el número de acciones que poseen y la proporción de derechos de voto. Estos requisitos están diseñados para permitir una supervisión y monitoreo efectivos, mientras se previene el abuso de estos derechos. En el caso de las empresas públicas, a menudo se requiere un período de tenencia continuada de al menos seis meses. Los accionistas deben comprender que su nivel de influencia y protección frente a la empresa varía según la proporción de acciones que poseen. Por ejemplo, al poseer el 3% de los derechos de voto, un accionista puede ejercer importantes poderes de supervisión, como solicitar la inspección de los libros contables o iniciar una demanda para la destitución de los oficiales. Esto también sirve como una guía para los inversores que adquieren acciones de manera estratégica para ejercer ciertos derechos. El requisito del período de tenencia continuada también fomenta la participación de los accionistas desde una perspectiva a largo plazo, en lugar de para fines especulativos a corto plazo.
A continuación, se presenta un resumen de los principales derechos de los accionistas minoritarios y sus requisitos de ejercicio según la Ley de Sociedades de Japón.
Tipo de Derecho | Artículo de Referencia | Requisitos de Ejercicio | Período de Tenencia Continuada | Propósito y Descripción |
Derecho de Inspección del Registro de Accionistas | Artículo 121 de la Ley de Sociedades | Al menos 1 unidad de acciones | No requerido | Derecho a solicitar la inspección y transcripción del registro de accionistas |
Derecho de Inspección de las Actas de la Junta Directiva | Artículo 371 de la Ley de Sociedades | Al menos 1 unidad de acciones | No requerido (se requiere permiso judicial) | Derecho a solicitar, con permiso judicial, la inspección y transcripción de las actas de la junta directiva |
Derecho a Solicitar la Designación de un Inspector de la Junta General de Accionistas | Artículo 306 de la Ley de Sociedades | Al menos 1 unidad de acciones | Más de 6 meses | Derecho a solicitar al tribunal la designación de un inspector para investigar los procedimientos de convocatoria y las metodologías de resolución de la junta general de accionistas |
Derecho de Propuesta de los Accionistas | Artículo 303 de la Ley de Sociedades | Más del 1% de los derechos de voto totales o más de 300 derechos de voto | Más de 6 meses (en el caso de empresas públicas) | Derecho a proponer temas o mociones en la junta general de accionistas |
Derecho de Inspección de los Libros Contables | Artículo 433 de la Ley de Sociedades | Más del 3% de los derechos de voto totales o más del 3% de las acciones emitidas | No requerido | Derecho a solicitar la inspección y transcripción de los libros contables y documentos relacionados de la empresa |
Derecho a Solicitar la Designación de un Inspector de la Ejecución de Operaciones | Artículo 358 de la Ley de Sociedades | Más del 3% de los derechos de voto totales | No requerido | Derecho a solicitar al tribunal la designación de un inspector en caso de sospecha de irregularidades en la ejecución de operaciones de la empresa |
Derecho a Oponerse a la Exoneración de Responsabilidad de los Oficiales | Artículo 426 de la Ley de Sociedades | Más del 3% de los derechos de voto totales | No requerido | Derecho a oponerse a la exoneración de responsabilidad de los oficiales decidida por la junta directiva |
Derecho a Iniciar una Demanda de Destitución de Oficiales | Artículo 854 de la Ley de Sociedades | Más del 3% de los derechos de voto totales | Más de 6 meses | Derecho a iniciar una demanda judicial para la destitución de oficiales cuya remoción haya sido rechazada en la junta general de accionistas |
Derecho a Solicitar la Convocatoria de una Junta General Extraordinaria de Accionistas | Artículo 297 de la Ley de Sociedades | Más del 3% de los derechos de voto totales | Más de 6 meses | Derecho a solicitar la convocatoria de una junta general extraordinaria de accionistas |
Derecho a Demandar la Disolución de la Empresa | Artículo 833 de la Ley de Sociedades | Más del 10% de los derechos de voto totales o más del 10% de las acciones emitidas | No requerido | Derecho a solicitar al tribunal la disolución de la empresa en caso de circunstancias inevitables |
Derecho a Solicitar una Junta General de Accionistas en Caso de Emisión de Acciones Nuevas | Artículo 244-2 de la Ley de Sociedades | Más del 10% de los derechos de voto totales | No requerido (en el caso de empresas públicas) | Derecho a exigir una resolución en la junta general de accionistas en caso de una emisión de acciones nuevas que pueda cambiar al accionista controlador |
Derecho a Iniciar una Demanda de Representación Múltiple | Artículo 847-3 de la Ley de Sociedades | Accionistas minoritarios de la última compañía matriz completa (se aplican ciertas condiciones) | Más de 6 meses | Derecho de los accionistas minoritarios de la última compañía matriz completa a iniciar una demanda de responsabilidad contra sus subsidiarias completas |
Solicitud de Cese de Actos en Japón
La solicitud de cese de actos es el derecho que tienen los accionistas de solicitar al tribunal que detenga ciertas acciones llevadas a cabo por los directores o ejecutivos de una compañía cuando dichas acciones violan leyes o estatutos y podrían causar daños irreparables a la compañía. Este derecho se basa en el Artículo 360, Párrafo 1 de la Ley de Sociedades de Japón (日本の会社法) y funciona como una medida preventiva importante para asegurar la legalidad en la ejecución de las operaciones de la compañía.
En particular, la solicitud de cese de emisión de acciones nuevas es un tipo de solicitud de cese que a menudo se plantea desde la perspectiva de la protección de los accionistas minoritarios. Este derecho permite a los accionistas solicitar a la compañía que detenga la emisión de nuevas acciones (acciones de suscripción) cuando la compañía viola leyes o estatutos, o cuando la emisión se realiza de manera significativamente injusta, lo que podría perjudicar a los accionistas. Este derecho está regulado en el Artículo 210 de la Ley de Sociedades de Japón.
Para que esta solicitud sea aceptada, se deben cumplir dos requisitos. El primero es que la emisión de nuevas acciones se realice “en violación de leyes o estatutos, o por un método significativamente injusto”, y el segundo es que “exista la posibilidad de que los accionistas sufran perjuicios”.
En la evaluación de lo que constituye un “método significativamente injusto”, la “regla del propósito principal” es un criterio importante. Se refiere a casos en los que se determina que el propósito principal de la emisión de nuevas acciones no es la recaudación legítima de fondos, sino el mantenimiento del control de la compañía por parte de la administración existente. En la Ley de Sociedades de Japón, la elección de los directores se realiza en la junta general de accionistas, y que los directores manipulen la composición de los accionistas para mantener su posición va en contra del propósito de la distribución de autoridad institucional según la ley. Sin embargo, si existen razones legítimas, como la necesidad de financiación o la racionalidad del plan de negocios, incluso si hay una intención de mantener el control, esto no se considerará “significativamente injusto”.
Hay numerosos precedentes judiciales sobre este tema:
- Decisión del Tribunal de Distrito de Tokio del 25 de julio de 1989 (caso Inageya-Tadamiya): Esta decisión determinó que la emisión de una gran cantidad de nuevas acciones asignadas a terceros con el propósito principal de reducir la participación accionaria de ciertos accionistas y mantener el control de la administración actual en una situación de lucha por el control de la compañía, constituye una emisión injusta.
- Decisión del Tribunal Superior de Tokio del 4 de agosto de 2004: En esta decisión, aunque se sospechaba que la administración actual tenía la intención de mantener el control, se reconoció la necesidad de financiación para el plan de negocios y la racionalidad del mismo. Por lo tanto, incluso si había una intención de mantener el control, no se consideró que fuera una emisión de acciones por un método significativamente injusto, ya que no prevalecía sobre la intención legítima de desarrollo de la compañía.
- Decisión del Tribunal Superior de Tokio del 23 de marzo de 2005: Esta decisión estableció que, en principio, la emisión de derechos de suscripción de nuevas acciones con el propósito principal de mantener y asegurar el control de la gestión se considera un “método significativamente injusto”. Sin embargo, excepcionalmente, si existen circunstancias especiales que justifiquen la “protección de los intereses de todos los accionistas”, como la adquisición de acciones con el propósito de explotar la compañía (greenmailer), la gestión destructiva que daña el valor de la compañía, el uso indebido de los activos de la compañía o la venta de acciones a un precio injustamente alto, entonces no se considera una emisión injusta.
- Decisión de la Corte Suprema del 7 de agosto de 2007: Esta decisión estableció que el principio de igualdad de los accionistas protege los intereses de cada accionista, pero si la existencia o el desarrollo de la compañía se ve obstaculizado y hay un riesgo de daño al valor corporativo, tratar a ciertos accionistas de manera discriminatoria no va en contra de los principios de equidad y no carece de razonabilidad, por lo que no viola inmediatamente el principio. Se indicó que si la empresa sufre daños en su valor corporativo, esto debe ser juzgado finalmente en la junta general de accionistas y, a menos que haya defectos significativos en esa decisión, debe ser respetada.
- Decisión del Tribunal de Distrito de Tokio del 23 de junio de 2008: Esta decisión estableció que la emisión de acciones de suscripción mediante asignación a terceros en una compañía pública se reconoce como un ejercicio de juicio de gestión y no se considera inmediatamente perjudicial, incluso si la participación de los accionistas existentes disminuye. Sin embargo, si hay una disputa sobre el control de la compañía y se emite una cantidad de nuevas acciones que tiene un impacto significativo en la participación accionaria de los accionistas existentes y el propósito principal es mantener el control, entonces se considera que los accionistas sufren perjuicios.
- Decisión del Tribunal Superior de Tokio del 16 de octubre de 2024: Este es un caso en el que se rechazó una solicitud de medida cautelar para detener un intercambio de acciones, lo que indica la tendencia en el juicio de los tribunales sobre el alcance y los requisitos de la solicitud de cese.
Estos precedentes judiciales dejan claro que la solicitud de cese de la emisión de nuevas acciones no solo se juzga por violaciones formales de la ley, sino que también se considera el propósito sustantivo y el impacto en los accionistas de manera integral. Especialmente en el contexto de luchas por el control, los tribunales tienden a realizar un examen riguroso desde la perspectiva de proteger los intereses de todos los accionistas, mientras respetan el margen de discreción en las decisiones de gestión.
Demanda de Destitución de Directivos Bajo la Ley Japonesa
Los directores de una sociedad anónima en Japón pueden ser destituidos “en cualquier momento” por una resolución ordinaria de la junta de accionistas, según lo estipulado en el artículo 339, párrafo 1 de la Ley de Compañías Japonesa. Sin embargo, incluso si no se obtiene la mayoría de los votos en la junta de accionistas, la ley japonesa otorga a los accionistas minoritarios el derecho de presentar una demanda de destitución de directivos ante un tribunal. Este derecho puede ser ejercido por accionistas que hayan mantenido de forma continua al menos el 3% de los derechos de voto durante los seis meses anteriores.
Para que esta demanda sea admitida, es necesario que existan “actos ilícitos en la ejecución de sus deberes o hechos graves que violen las leyes o el estatuto” por parte del directivo cuya destitución se solicita. La interpretación de estos “hechos graves” puede variar según el caso individual y está sujeta a la discreción del tribunal.
A continuación, se presentan algunos ejemplos específicos de casos judiciales:
- Sentencia del Tribunal de Distrito de Tokio del 22 de abril de 2021 (Reiwa 3): En esta sentencia, se rechazó la demanda de destitución presentada por accionistas minoritarios contra un director que había sido condenado en firme por un delito de abuso de confianza en el ejercicio de su cargo en una empresa afiliada en Corea. El tribunal señaló que la participación del director en el delito fue subordinada y pasiva, y que el daño patrimonial había sido reparado mediante compensación, por lo que no constituía un “hecho grave” que violara las leyes. Este fallo proporciona una indicación importante de que la confirmación de una condena penal por delitos cometidos en el ejercicio de las funciones de un directivo no implica automáticamente la admisión de una demanda de destitución. El tribunal examina detenidamente las circunstancias individuales, especialmente el grado de participación del directivo y la situación de la reparación del daño, y adopta una actitud cautelosa al juzgar la “gravedad” del impacto de sus actos en la gestión de la empresa.
- Sentencia del Tribunal Superior de Takamatsu del 28 de mayo de 1953 (Showa 28): Esta sentencia se refiere a un caso en el que un director, actuando como presidente, no incluyó su propia destitución en la agenda ni sometió a votación la propuesta, determinando que esto no cumplía con los requisitos para rechazar la moción de destitución.
- Sentencia del Tribunal de Distrito de Tokio del 24 de diciembre de 2013 (Heisei 25): Se admitió una demanda de destitución de un director basada en facturas ficticias presentadas a la empresa.
- Sentencia del Tribunal de Distrito de Tokio del 26 de noviembre de 2013 (Heisei 25): Se admitió una demanda de destitución de un director basada en la manipulación de los estados financieros.
- Sentencia del Tribunal de Distrito de Tokio del 14 de mayo de 2012 (Heisei 24): Se admitió una demanda de destitución de un director basada en la apropiación personal de los activos de la empresa.
- Sentencia del Tribunal de Distrito de Tokio del 24 de abril de 2014 (Heisei 26): Se consideró que había “razones válidas” para la destitución de un auditor nominal.
- Sentencia del Tribunal de Distrito de Tokio del 26 de junio de 2024 (Reiwa 6): Se reconoció la violación del deber de no competencia por parte de un director y se emitió un fallo sobre la reclamación de remuneración de un director con derechos y obligaciones al finalizar su mandato.
Estos casos judiciales demuestran que la demanda de destitución de directivos es un mecanismo que permite a los tribunales destituir forzosamente a directivos cuya remoción sería difícil de lograr mediante una votación mayoritaria en la junta de accionistas. Al mismo tiempo, se observa que los tribunales no solo evalúan las violaciones formales, sino que también consideran de manera sustancial la “gravedad” de los actos y su impacto en la empresa, tomando decisiones cuidadosas para evitar el abuso de derechos.
Derecho de Inspección de Libros Contables Bajo la Ley Japonesa
El derecho de inspección de libros contables es uno de los derechos más fundamentales de los accionistas minoritarios para supervisar la situación de gestión de una empresa y verificar posibles irregularidades. Este derecho permite a los accionistas solicitar, en cualquier momento durante el horario comercial de la empresa y previa explicación de los motivos, la inspección o la obtención de copias de los libros contables de la empresa o documentos relacionados. Este derecho está estipulado en el artículo 433 del Código de Comercio de Japón (Japanese Companies Act).
Los accionistas que pueden ejercer este derecho son aquellos que poseen al menos una centésima parte de los derechos de voto totales de los accionistas o al menos una centésima parte de las acciones emitidas (excluyendo las acciones propias de la empresa). Además, los accionistas de la empresa matriz de una sociedad anónima también pueden hacer solicitudes similares, siempre y cuando obtengan la autorización del tribunal cuando sea necesario para ejercer sus propios derechos.
Sin embargo, la empresa puede rechazar esta solicitud si se cumplen ciertas condiciones de rechazo especificadas en el párrafo 2 del artículo 433 del Código de Comercio de Japón. Las principales razones de rechazo incluyen:
- Cuando el solicitante pide la inspección o copia de los libros contables con el propósito de obtener beneficios informando a terceros de los hechos conocidos a través de dicha inspección o copia, o si ha realizado tal informe en los últimos dos años.
- Cuando el solicitante está involucrado en un negocio que compite sustancialmente con el negocio de la empresa. Esto se debe a que los libros contables pueden contener secretos comerciales importantes como costos de producción, proveedores de materias primas y clientes, y la inspección por parte de competidores podría dañar significativamente los intereses de la empresa.
- Cuando el propósito de la solicitud es interferir con las operaciones de la empresa.
- Cuando el solicitante ha abusado de este derecho en el pasado.
La Demanda Representativa de Accionistas Bajo la Ley Japonesa
La demanda representativa de accionistas es un tipo de litigio en el que los accionistas, en representación de la compañía, persiguen la responsabilidad de directores, auditores, ejecutivos o contadores (en adelante, “funcionarios, etc.”) que han incumplido sus deberes y causado daño a la compañía, pero la propia compañía no ha iniciado acciones legales contra dichos funcionarios. Este sistema está establecido en el Artículo 847 del Código de Comercio de Japón (Japanese Companies Act) y juega un papel extremadamente importante en el fortalecimiento de la función de supervisión contra la corrupción o negligencia de la gerencia y en la protección de los intereses de la compañía.
Para iniciar una demanda representativa de accionistas, se deben cumplir varios requisitos. Primero, el accionista que presenta la demanda debe haber mantenido la propiedad de las acciones de manera continua durante al menos seis meses en el caso de una compañía pública. Luego, el accionista debe solicitar primero a la compañía, por escrito, que inicie una acción legal para perseguir la responsabilidad de los funcionarios, etc. A la compañía se le otorga un período de 30 días después de recibir esta solicitud para decidir si inicia o no la acción legal. Sin embargo, si se espera que transcurridos los 30 días se produzcan daños irreparables a la compañía, se puede eximir el requisito de esta solicitud previa.
En cuanto al alcance de la “responsabilidad de los directores” que puede ser objeto de una demanda representativa de accionistas, han existido históricamente dos teorías principales en conflicto: la teoría de la responsabilidad total y la teoría de la responsabilidad limitada. La teoría de la responsabilidad total sostiene que todas las deudas que los directores tienen con la compañía son objeto de la demanda representativa de accionistas, argumentando que la posibilidad de que la compañía no persiga la responsabilidad de los funcionarios, etc., existe independientemente de la causa de la deuda. Por otro lado, la teoría de la responsabilidad limitada aboga por restringir el objetivo de la persecución de responsabilidades a ciertos límites, como las responsabilidades que son difíciles o imposibles de eximir, respetando el margen de maniobra en las decisiones de gestión de la compañía.
La demanda representativa de accionistas se hizo mucho más accesible después de la reforma de la Ley Comercial de 1993, que redujo significativamente la tarifa para iniciar una demanda a un monto fijo de 8,200 yenes (de esa época), independientemente del monto reclamado. Esto ha permitido que funcione como un poderoso disuasivo contra la mala conducta de la gerencia. Sin embargo, las demandas iniciadas con propósitos injustos o con la intención de causar daño a la compañía pueden ser desestimadas según el párrafo 1 del Artículo 847 del Código de Comercio de Japón. Este sistema es un medio importante para que los accionistas, como propietarios de la compañía, supervisen las acciones de la gerencia y protejan activamente los intereses de la compañía, desempeñando un papel central en la gobernanza corporativa de Japón.
Derecho de Propuesta de los Accionistas bajo la Ley Japonesa
El derecho de propuesta de los accionistas es la facultad que tienen los accionistas de proponer ciertos asuntos como temas a tratar en la junta general de accionistas y solicitar a la compañía que incluya dichas propuestas en el aviso de convocatoria. Este sistema fue introducido en el Código de Comercio de Japón en 1981 (año 56 de la era Showa) con el objetivo de prevenir la formalización excesiva de las juntas generales de accionistas, fortalecer los derechos de los accionistas y fomentar una comunicación constructiva entre los accionistas y la compañía.
Para ejercer este derecho, se deben cumplir ciertas condiciones. En el caso de las compañías públicas, el accionista que realiza la propuesta debe haber mantenido de forma continua al menos el 1% del total de los derechos de voto o más de 300 derechos de voto durante los seis meses anteriores. En el caso de las compañías privadas con consejo de administración, no se requiere el período de tenencia continua de seis meses. Además, la propuesta de los accionistas debe presentarse a la compañía hasta ocho semanas antes de la junta general de accionistas relevante. El número de propuestas que un accionista puede hacer está limitado a diez por persona, según el artículo 305, párrafo 4, de la Ley de Compañías de Japón.
La compañía puede rechazar una propuesta de accionistas si se cumplen ciertas condiciones específicas:
- Cuando la propuesta viola las leyes o los estatutos (Artículo 304, párrafo 2, y Artículo 305, párrafo 4, de la Ley de Compañías de Japón).
- Cuando una propuesta sustancialmente idéntica ha sido rechazada en la junta general de accionistas en los últimos tres años sin obtener la aprobación de al menos una décima parte de los derechos de voto totales de los accionistas.
- Cuando las razones de la propuesta son claramente falsas o se considera que tienen el propósito exclusivo de difamar o insultar a alguien (Artículo 93, párrafo 1, inciso 3, del Reglamento de Ejecución de la Ley de Compañías).
- Cuando el ejercicio del derecho de propuesta de los accionistas se considera un “abuso de derecho”.
En los últimos años, el número de propuestas de accionistas en las juntas generales de accionistas en Japón ha aumentado significativamente. Esto se debe en parte a la relajación efectiva de los requisitos para ejercer el derecho de propuesta de los accionistas, como resultado del cambio en el sistema de acciones unitarias en 2018 (de 1,000 a 100 acciones) y el aumento de las divisiones de acciones debido a la solicitud de reducción del monto mínimo de inversión por parte de la Bolsa de Valores de Tokio. Este aumento sugiere que hay un incremento en el diálogo y las propuestas constructivas por parte de los inversores individuales, lo que se considera un impulso para la evolución de la gobernanza corporativa en Japón.
Otros Derechos de los Accionistas Minoritarios Bajo la Ley de Sociedades de Japón
Además de los derechos detallados anteriormente, la Ley de Sociedades de Japón establece una variedad de derechos para proteger a los accionistas minoritarios.
- Derecho a solicitar la convocatoria de una junta extraordinaria de accionistas: Los accionistas que posean al menos el 3% de los derechos de voto totales de forma continua durante seis meses pueden solicitar a la compañía la convocatoria de una junta extraordinaria de accionistas para tratar asuntos importantes relacionados con las operaciones o los activos de la empresa. Este derecho asegura que los accionistas tengan la oportunidad de expresar sus opiniones en la gestión cuando la dirección no convoque una junta.
- Derecho a objetar la exoneración de responsabilidad de los directivos: Los accionistas que posean al menos el 3% de los derechos de voto totales pueden objetar cuando el consejo de administración decide eximir a los directivos de su responsabilidad de indemnización hacia la compañía. Si se presenta una objeción, la exoneración de responsabilidad por decisión del consejo de administración no puede llevarse a cabo. Este es un importante poder de supervisión para prevenir que la dirección evada injustamente su responsabilidad y proteger los intereses de los accionistas.
- Derecho a demandar la disolución de la compañía: Los accionistas que posean al menos el 10% de los derechos de voto totales pueden solicitar la disolución de la sociedad anónima en el tribunal si la compañía enfrenta dificultades significativas en la ejecución de sus operaciones que podrían resultar en daños irreparables, o si la gestión y disposición de los activos de la compañía son gravemente inapropiadas y ponen en peligro la existencia de la empresa por “razones inevitables”. Este es un remedio final preparado para situaciones en las que la continuación de la compañía resulta perjudicial para los accionistas.
- Derecho a iniciar una acción de representación múltiple: El artículo 847-3 de la Ley de Sociedades de Japón establece el derecho de los accionistas minoritarios de la última compañía matriz completa, entre otros, a presentar una demanda contra los directivos de sus subsidiarias completas bajo ciertas condiciones para perseguir su responsabilidad. Esto permite a los accionistas de la compañía matriz perseguir directamente las malas prácticas de los directivos de las subsidiarias dentro de una estructura corporativa compleja, desempeñando un papel en el fortalecimiento de la gobernanza corporativa en todo el grupo.
Estos derechos constituyen un mecanismo de protección multinivel que permite a los accionistas minoritarios ejercer influencia en la gestión de la compañía y corregir conductas inapropiadas.
Resumen
La protección de los derechos de los accionistas minoritarios bajo la Ley de Sociedades de Japón es un elemento esencial para los inversores extranjeros que invierten en empresas japonesas. Una variedad de derechos, como la solicitud de medidas cautelares, la demanda para la destitución de directivos, la solicitud de inspección de libros contables, la acción representativa de los accionistas y el derecho a proponer asuntos para la junta, proporcionan medios legales poderosos para que los accionistas supervisen la gestión de la empresa y protejan sus intereses contra actos indebidos. Estos derechos no solo están estipulados en la legislación, sino que su interpretación se ha profundizado a través de numerosos casos judiciales, estableciendo su aplicación práctica. En particular, conceptos como los requisitos para el ejercicio de derechos, las causas de rechazo y el “abuso de derechos” han sido dotados de significado concreto por las decisiones judiciales, aumentando la previsibilidad tanto para los accionistas como para las empresas.
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